¿Has escuchado hablar del Green Washing? Seguramente el termino te sea familiar, ya que es uno de esos conceptos que han empezado a tomar relevancia desde hace unos años. Con la crisis climática que atravesamos en la actualidad, algunos grupos de personas y en especial los y las jóvenes; han comenzado a prestarle más atención a las marcas que consumen, analizando más de cerca si están comprando productos o servicios que generen impactos en la naturaleza.
Es por esta razón que algunas empresas han empezado a notar estas tendencias de consumo y por ello cada día es más común encontrar productos “eco-friendly” en el mercado. Sin embargo, en algunas ocasiones las corporaciones se aprovechan de la buena fe de los consumidores para exagerar la medida en que sus productos o servicios tienen en cuenta factores ambientales y de sostenibilidad, promoviendo una imagen ecológica sin realmente apoyar las medidas significativas para hacerle frente a las problemáticas de fondo. En pocas palabras… Te pueden estar engañando
Entonces te estarás preguntando: ¿Cómo saberlo?, pues bien, existen algunas pistas que te pueden servir de ayuda. Por ejemplo, las empresas que realizan green washing suelen describir sus productos con palabras y frases que incluyen: “natural”, “biodegradable”, “verde”, “vegano” o como recién lo mencionamos “eco-friendly”; y pese a que en algunos casos si pueden reflejar una búsqueda por una producción más limpia, el inconveniente está en que no existe ningún organismo que regule el uso de estas palabras y, por lo tanto, pueden usarse de forma intencionada para generar mensajes confusos.
¡Pero no todo son malas noticias! En algunas naciones como en el Reino Unido, han empezado a hacerle frente a esta problemática por medio de la creación de códigos y legislaciones más estrictas, que buscan darles principios más claros a las empresas sobre como comunicar sus avances en materia de sostenibilidad. Otra alternativa pasa por la utilización de sellos de sostenibilidad, en donde organizaciones nacionales e internacionales se ocupan de verificar las condiciones de la producción y comercialización, para certificar que productos sí cumplen con todo lo necesario para venderse como productos sostenibles.
En definitiva, no es un tema sencillo y solo nos revela que como consumidores tenemos la responsabilidad de informarnos mejor, por ejemplo, buscando en las paginas de los organismos certificadores para cerciorarnos que las marcas que consumimos si están nos están diciendo realmente la verdad…. ¡No te dejes engañar! Aun así, no te olvides de que todo es proceso, ya que puede ser tedioso entrar a verificar sobre la basta cantidad de productos que compramos día a día, por eso puedes ir avanzando poco a poco, pensando siempre antes de poner algo nuevo en tu carrito de mercado, ya verás que con el tiempo se convierte en un habito muy útil para construir una cultura más sostenible. Ahora ya sabes que no siempre los empaques verdes o con estampados alusivos a la naturaleza, son necesariamente amigables con esta. Recuerda también que el Green Washing está en todos los sectores de la producción y pese a que nos puede llevar tiempo aprender a reconocerlo, el ser consumidores más críticos y conscientes llevará a que tarde o temprano las empresas enfoquen sus esfuerzos en lo realmente importante, como lo es crear departamentos de economía circular para sus organizaciones.