El agua es un recurso fundamental para la supervivencia humana, pero más de 2 mil millones de personas carecen de acceso a ella. Y más de 4 mil millones no tienen acceso a saneamiento adecuado. La crisis global del agua: ¿Estamos cerca del no retorno?
Actualmente, más de 3 mil millones de personas sufren de escasez de agua y los desastres relacionados con el agua son cada vez más frecuentes. Además, los desastres relacionados con el agua, como las inundaciones y los deslizamientos de tierra, son cada vez más frecuentes.
Un informe presentado por el experto de las Naciones Unidas en derechos humanos y medio ambiente, David Boyd, destaca los efectos negativos de la contaminación. Entre ellos, la escasez de agua y los desastres relacionados con el agua tienen en una serie de derechos humanos.
Estos son el derecho a la vida, la salud, el agua, el saneamiento, los alimentos, un medio ambiente saludable, un nivel de vida adecuado, el desarrollo, la cultura y los derechos de los niños.
También destaca a las empresas, como uno de los mayores contribuyentes a la contaminación, el uso excesivo y degradación de los ecosistemas de agua dulce. La industria de la moda y textil, la minería a gran escala, la extracción y el transporte de combustibles fósiles, la agricultura industrial, la ganadería intensiva, la pesca industrial, la mercantilización del agua y la naturaleza son solo algunas de las actividades que las empresas han externalizado y que afectan el acceso al agua potable y el disfrute de otros derechos humanos.
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Para cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos en relación al agua, Boyd señala que los Estados deben adoptar algunos pasos clave:
- Evaluar el estado del agua
- Trazar medidas legales
- Incorporar los derechos humanos en las legislaciones, normativas y políticas sobre agua y aguas residuales
- Crear o revisar planes relacionados con el agua que incorporen un enfoque basado en los derechos
- Implementar planes relacionados con el agua
- Hacer cumplir leyes, normativas y normas relacionadas con el agua
- Evaluar los avances y construir capacidad humana, financiera e institucional
- Informar y hacer partícipe al público, especialmente a las mujeres, jóvenes y otros grupos vulnerables y marginados.
Los efectos de la crisis global del agua afectan de manera desproporcionada a los grupos vulnerables o marginados, como las mujeres, los pueblos indígenas, los grupos minoritarios, los refugiados, las personas con discapacidades, las personas mayores y las personas que viven en la pobreza. Es fundamental que se preste especial atención a estos grupos y se les permita contribuir en las soluciones para el problema del agua.
En conclusión, la crisis global del agua es un problema que no puede ser ignorado. Es necesario que los gobiernos, las empresas y las personas trabajen juntos para asegurar un futuro sostenible para todos. Adoptar un enfoque basado en la gestión y conservación del agua es fundamental para proteger los derechos de las personas más vulnerables y marginadas.
Además, es importante que se promuevan prácticas sostenibles y se tomen medidas para reducir la contaminación del agua y preservar los ecosistemas de agua dulce. Así podremos garantizar que las generaciones presentes y futuras tengan acceso a agua potable segura y un medio ambiente saludable en el que puedan prosperar.
Fuente: National Geographic | Naciones Unidas