El 12 de noviembre se celebra el día mundial contra la neumonía; por eso, queremos hacer un llamado de conciencia sobre esta enfermedad. Esta época de lluvias tan fuerte que estamos viviendo, puede traer graves consecuencias para niños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios débiles.
La neumonía o pulmonía, tiene un nivel de mortalidad muy alto, debido a que confundimos sus síntomas con los de una gripa común. En la mayoría de los casos, nos confiamos y la tratamos como una enfermedad menor, hasta que avanza y deteriora nuestra salud.
¿Qué es la Neumonía?
Es la inflamación de uno o de ambos pulmones, como consecuencia de una infección producida por virus o bacterias. Esto provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar.
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Síntomas
Pueden variar de moderados a graves y dependen del tipo de germen que causa la infección, la edad y el estado de salud en general:
- Dolor en el pecho al respirar o toser
- Desorientación o cambios de percepción mental
- Tos que puede producir flema
- Fatiga
- Fiebre, transpiración y escalofríos con temblor
- Temperatura corporal más baja de lo normal
- Náuseas, vómitos o diarrea
Las personas que hacen parte de los grupos de riesgo, es importante que consulte con su médico de confianza si presenta alguno de estos síntomas:
- Adultos mayores de 65 años
- Niños menores de 2 años (Algunos bebés pueden no mostrar signos de estar sufriendo la infección y otros pueden vomitar, tener fiebre y tos, parecer inquietos o cansados y sin energía o presentar dificultad para respirar y comer)
- Personas con sistema inmunitario debilitado
- Personas que reciben quimioterapia o que tomen medicamentos que inhiben el sistema inmunitario
Las personas que padecen insuficiencia cardiaca o problemas pulmonares crónicos, la neumonía puede convertirse rápidamente en una afección potencialmente mortal.La mejor manera de prevenir esta enfermedad, es estar al día con las vacunas, mantener una buena higiene y no fumar. También, es importante fortalecer el sistema inmunitario: durmiendo bien, haciendo ejercicio y mantener hábitos alimenticios saludables.
Fuente: Mayoclinic