Cuida tu oído de nadador: no subestimes el agua

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Cuida tu oído de nadador: no subestimes el agua

By Liliana Lucero Cruz

May 05, 2023

El oído de nadador, también conocido como otitis externa, es una infección en el conducto auditivo externo. Esto puede ser el resultado de nadar o introducir objetos en el oído. Cuida tu oído de nadador: no subestimes el agua.

El agua que queda en el oído después de nadar crea un ambiente húmedo ideal para el crecimiento de bacterias. Esto puede provocar comezón, enrojecimiento, dolor y secreción de líquido claro y sin olor.

Si la infección no se trata adecuadamente, los síntomas pueden empeorar y avanzar a una infección moderada o avanzada. El dolor puede irradiarse a la cara, cuello o al lado de la cabeza. También, puede haber obstrucción completa del canal auditivo, inflamación del oído externo y fiebre.

Si tienes signos o síntomas leves de otitis externa, es importante que consultes a tu médico para recibir tratamiento y prevenir complicaciones.

La otitis externa se produce cuando las defensas naturales del oído disminuyen. Los conductos auditivos externos tienen defensas naturales que ayudan a mantenerlos limpios y a prevenir infecciones. Funcionan como una película delgada y ligeramente ácida que repele el agua, previene el crecimiento de bacterias y la cera que ayuda a mantener el conducto auditivo limpio.

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Si tus defensas naturales disminuyen, ya sea por exposición a agua contaminada, daño en la piel del conducto auditivo o un ambiente húmedo, tienes más probabilidades de contraer una infección.

Para prevenir el oído de nadador, es importante que te seques bien los oídos después de nadar y no introduzcas objetos en los oídos para limpiarlos. Esto puede dañar la capa delgada de piel que recubre el conducto auditivo y aumentar el riesgo de infección. También es recomendable utilizar tapones para los oídos al nadar en agua contaminada o en piscinas públicas.

El tratamiento del oído de nadador incluye el uso de gotas para los oídos y algunos analgésicos para aliviar el dolor. Si la infección es grave, puede ser necesario tomar antibióticos por vía oral. Es importante recibir tratamiento temprano para prevenir complicaciones como la pérdida temporal de la audición o una infección crónica.

El oído de nadador es una infección común en el conducto auditivo externo que puede ser prevenida evitando la exposición a agua contaminada y manteniendo los oídos secos después de nadar. Es importante una buena higiene de los oídos y evitar la introducción de objetos en ellos también puede ayudar a prevenir esta infección.

Fuente: Mayo Clinic