El estrés se ha convertido en un compañero habitual en nuestro estilo de vida actual. Las exigencias laborales, familiares, y la inmediatez con la que buscamos resultados hacen que muchos de nosotros vivamos estresados. Entérate en nuestra nota acerca de las consecuencias del estrés.
Tanto es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al estrés crónico como una epidemia global.
Por si fuera poco, la actual pandemia de coronavirus ha aumentado aún más la dosis de estrés a la que estamos sometidos, debido a la incertidumbre sobre el futuro y el aislamiento social que genera, entre otras cosas.
Pero, aunque pueda ser un componente más de nuestras vidas, vivir con demasiado estrés afecta nuestra salud.
Por eso, cuando el estrés al que estamos sometidos es demasiado, nuestro cuerpo nos manda «señales» para decirnos que tenemos que parar.
¿Cuáles son estas señales?
Además del cansancio, dolor de cabeza, tensión muscular y dificultad para dormir, tenemos otras menos conocidas:
- Palpitación del párpado: cuando de repente alguno de tus párpados comienza a producir pequeños espasmos de forma involuntaria. El músculo ocular produce esas contracciones involuntarias cuando está sometido a situaciones de tensión, ansiedad, cansancio y falta de sueño. Pueden durar varios segundos y llegan a ser muy molestos si se repiten en cortos espacios de tiempo.
- Eczemas: Es un término muy amplio que engloba diversos trastornos provocados por la inflamación de las capas superiores de la piel que causa comezón, irritación y en ocasiones excoriación. Las manifestaciones del estrés en la piel son comunes y también se pueden manifestar como brotes de acné en la zona facial.
- Trismus dental: Se produce cuando los músculos que se encargan de masticar sufren una contracción involuntaria. Esto ocasiona dificultad para abrir la boca. Generalmente se manifiesta de forma leve, pero en algunos casos, la contracción de los músculos es tan intensa que no se puede separar los dientes, impidiendo que se pueda comer o hablar con normalidad, por ejemplo.
- Bruxismo: Es un hábito involuntario que hace que las personas aprieten la mandíbula fuertemente o hagan rechinar los dientes, frotándolos o deslizándolos, sin ningún objetivo. Con frecuencia, este trastorno tiene lugar mientras se duerme, se está concentrado en algo o cuando se está estresado.
- Vista nublada: El estrés también puede afectar a nuestra visión, aunque suele ser en episodios pasajeros. Algunas de las posibles explicaciones de por qué se produce esto están relacionadas con los cambios en los niveles de azúcar en sangre y el aumento de la tensión arterial debido al estado de esta.
Escuchar al cuerpo y detenerse
Estas son muchas veces las señales iniciales de un estrés continuado que es superior a lo que el cuerpo puede soportar, un umbral que en cada persona es distinto.
«El cuerpo, que es muy sabio, manda señales, y estas señales nos deben hacer recapacitar de que algo no estamos haciendo bien y de que estamos exponiendo a nuestro cuerpo a niveles de sufrimiento que no son sanos y que nos van a pasar factura».
«Cuando se somete al cuerpo a una demanda que lo pone en una situación de máxima vulnerabilidad, antes de que el cuerpo claudique aparecen este tipo de fenómenos», explica Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP).
Hay estrategias que podemos usar para reducir las consecuencias del estrés, como el ejercicio físico (4 ejercicios para mantenerte en forma desde casa), mejorar nuestra alimentación, dormir bien (Consejos para mejorar tu sueño durante pandemia) o meditar.
En cualquier caso, y como siempre insistimos desde Datanalab, si estos fenómenos son frecuentes, consulta a un profesional que pueda ayudar a encontrar la forma de reducir el estrés, ya que, si estos síntomas leves persisten, pueden derivar en otros más graves como un infarto de miocardio o una psicosis. Ahora ya sabes de las consecuencias del estrés, sabes que hacer de ahora en adelante.
Fuente: BBC News