Para conmemorar, el día mundial de la esclerosis tuberosa, hoy en DataClinic queremos dar a a conocer esta enfermedad que afecta a los más pequeños y en algunas ocasiones con consecuencias complicadas.
¿Qué es la esclerosis tuberosa?
Es un trastorno genético poco frecuente que hace que se formen tumores no cancerosos (benignos), en muchas partes del cuerpo.
Por lo general, la esclerosis tuberosa se detecta durante la infancia o la niñez. Algunas personas que padecen esta enfermedad tienen signos y síntomas tan leves que no reciben el diagnóstico hasta la adultez, o bien nunca lo reciben. Otras sufren discapacidades graves.
Si bien no existe una cura para la esclerosis tuberosa, y no puede predecirse el curso ni la gravedad del trastorno, hay tratamientos disponibles para controlar los síntomas.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas varían de leves a graves según el tamaño o la ubicación del crecimiento excesivo.
Si bien los signos y síntomas son únicos para cada persona que padece esclerosis tuberosa, estos pueden comprender los siguientes:
- Anomalías cutáneas: Como manchas de piel clara, pequeñas zonas inofensivas de piel engrosada y lisa, o bultos rojizos debajo o alrededor de las uñas. Asimismo, son frecuentes los tumores faciales que comienzan en la niñez y se asemejan al acné.
- Convulsiones. En los niños pequeños, espasmos repetitivos de la cabeza y las piernas.
- Discapacidades cognitivas. Retrasos en el desarrollo y, a veces, con discapacidad intelectual o dificultad de aprendizaje. También podrían presentarse trastornos de salud mental, como el trastorno del espectro autista o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
- Problemas de conducta. Hiperactividad, lesiones autoinfligidas, agresión o problemas de adaptación social y emocional.
- Problemas renales. Tumores no cancerosos en los riñones y, con el tiempo, podría manifestar más crecimientos.
- Problemas cardíacos. Los tumores en el corazón, si aparecen, suelen ser más grandes al momento del nacimiento y disminuyen de tamaño a medida que el niño crece.
- Problemas pulmonares. Tos o falta de aire, en especial, con la actividad física o el ejercicio. Estos tumores pulmonares benignos son más frecuentes en las mujeres que en los hombres.
- Anomalías en los ojos. Pueden tener el aspecto de manchas blancas en el tejido sensible a la luz de la parte posterior del ojo (retina). Esos crecimientos no siempre afectan la visión.
Como siempre insistimos desde Datanalab, si observa alguno de estos síntomas, no sé auto medique ni medique a los más pequeños. Visite a su médico o especialista de confianza para que pueda dar un diagnóstico acertado acerca del estado de salud de los más jóvenes y nos de las pautas a seguir para evitar mayores complicaciones.
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Fuente: mayoclinic.org