La Ludopatía es el trastorno del juego es el impulso incontrolable de seguir apostando sin importar las consecuencias que eso tenga en tu vida. Apostar significa que estás dispuesto a arriesgar algo que valoras con la esperanza de ganar algo de mayor valor.
La mayoría de los apostadores casuales dejan de apostar cuando pierden o establecen un límite de cuánto dinero están dispuestos a perder. Sin embargo, las personas con un problema de juego compulsivo sienten el impulso de seguir jugando para recuperar su dinero, un patrón que se vuelve cada vez más destructivo con el tiempo.
Síntomas
- Planificar actividades con apuestas constantemente
- Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores de dinero.
- Intentar controlar, corregir o abandonar las apuestas y no poder hacerlo.
- Sentirse intranquilo o irritable cuando se intenta dejar las apuestas.
- Apostar para evadir los problemas o aliviar sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad o depresión.
- Intentar recuperar el dinero perdido apostando más (recuperar las pérdidas).
- Mentir a tus familiares o a otras personas para ocultar la gravedad de la manera en que juegas compulsivamente.
- Poner en riesgo o perder relaciones importantes, un trabajo u oportunidades educativas o laborales debido al juego compulsivo.
- Pedirles a otras personas que te saquen de apuros financieros porque perdiste tu dinero apostando.
Esto puede estimular el sistema de recompensa del cerebro de forma similar a como lo hacen las drogas ilícitas o el alcohol, lo que genera adicción. Es posible que se oculte este comportamiento e incluso se recurra al robo o al fraude para satisfacer esa adicción.
El juego compulsivo es una afección grave que puede destruir vidas. Aunque tratar juego compulsivo puede ser desafiante, como siempre te invitamos a que si tú o una persona cercana a ti sufre esta adicción visites a una profesional de la salud. Juntos podemos salir adelante
Fuente: MayoClinic